Desde que asumió la administración del país, el 16 de agosto, el presidente Luis Abinader ha sido contundente en su postura de castigar la corrupción, uno de los males que sacó a la gestión morada de poder y que el mandatario tomó como bandera del cambio. El jefe de Estado dijo que es posible la suspensión a 1,700 funcionarios bajos sus órdenes que no depositaron sus declaraciones juradas ante la Cámara de Cuenta, pese a la prórroga de 13 días, los cuales vencieron el lunes a la media noche. Sobre la sanción que les corresponde a los que faltaron, el presidente Abinader manifestó ayer: "Todos los ministros declararon, todos los directores generales declararon. Ustedes saben que es un período de 30 días. El que no lo declare va a estar suspendido". La Cámara de Cuentas informó que verificará de forma aleatoria 50 de las declaraciones para comprobar su veracidad. —Pedro Martín Sánchez |
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